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09 Set2014

En busca del arte propio

ALBERTO QUINTANILLA Y SU PROPUESTA NOVEDOSA
Fuente: Diario El Peruano. Publicado el 07/09/2014
El pintor y escultor cusqueño está decidido a fundar un arte nuevo que se aleje de los patrones de las escuelas occidentales, que hasta hoy sirven para marcar la pauta de lo que se crea en los talleres locales.
Para Alberto Quintanilla del Mar es sorprendente cómo algunos artistas locales viven pendientes solo de lo que se hace en el exterior. “Estos copistas olvidan que fueron precisamente las creaciones de los mal llamados ‘pueblos subdesarrollados’ las que sirvieron de inspiración a los grandes artistas”, asegura en declaraciones al Diario Oficial El Peruano.

“¿Como ejemplo tenemos el cuadro Las damiselas de Avignon, de Pablo Picasso, que tiene la influencia del arte africano de los pueblos senufo y bambara. También tenemos a Paul Gauguin, quien se hizo grande gracias a sus cercanías con el arte polinesio”.

“Quiero hacer un arte propio, con la única influencia recogida de mis ancestros, pues formo parte de las culturas de mi país, que fueron únicas. Mi objetivo es mostrar lo que fue y es el Perú, y para eso no se necesita imitar tendencias extranjeras”, afirma convencido.

Orígenes

Este artista nació en Cusco en 1933. Transitó por las calles llenas de historia y leyenda de la Ciudad Imperial hasta antes del terremoto de 1950. “Vivíamos un tiempo en la calle de Concebidayoc frente a la casa del insigne artista Benjamín Mendizábal Vizcarra. En la esquina estaba la legendaria pila de k´antoq y en las noches de luna, aparecían dos sirenas que con su canto embrujaban a quienes se atrevían a pasar por ese lugar”.

Desde niño mostró dotes creativas. Por la Navidad hacía figuras para los misterios que vendía con éxito en el Santoranticuy. También formó parte de los cargadores en la procesión del Corpus de la mesa del patrón Santiago, ícono de algunas de sus creaciones, no como el santo católico, sino en su versión de “mata indios”.

“Esos tiempos de tradiciones maravillosas ya se fueron y ahora dan ganas de llorar al regresar a Cusco”, dice con sentimiento.

Él aprendió a silbar imitando los diferentes trinos del chihuaco, ave típica del lugar. Se nutrió de leyendas, como la de la cabeza voladora o aquellas que cuentan sobre mansiones maldecidas.

La obra de este artista plástico ha sido reconocida en el Perú y en el extranjero. El 2010 fue condecorado por el Congreso de la República y el 2012 recibió la Orden al Mérito del Servicio Diplomático del Perú José Gregorio Paz Soldán.

Camino de artista

Alberto Quintanilla viajó a Francia en 1961, gracias a una beca obtenida en la Escuela de Bellas Artes del Cusco después de haber sido galardonado con la Medalla de Oro de la Escuela de Bellas Artes de Lima en 1959. Desde esa fecha reside en Francia, regresando esporádicamente al Perú y desarrollando la mayor parte de su carrera en el Viejo Continente.

Por estos días se encuentra en Lima debido a una exhibición que realizará del 25 de setiembre hasta el 26 de octubre en la galería de arte del local principal de Petroperú, en San Isidro. La muestra antológica comprende óleos, pinturas en blanco y negro, grabados, litografías y esculturas. Como complemento, habrá una performance sobre Túpac Amaru.

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